HOMEOSTASIS
.Homeostasis es el conjunto de fenómenos de autorregulación que
llevan al mantenimiento de la constancia en las propiedades y la composición
del medio interno de un organismo. El concepto fue elaborado por el fisiólogo
estadounidense Walter Bradford Cannon (1871-1945).
El cuerpo humano es una máquina exquisita,
en parte porque mantiene su funcionalidad en una variedad de ambientes. Los humanos
pueden desarrollarse en condiciones que van desde el ártico al ecuador, y con
una variedad de dietas y estilos de vida. Parte de la razón de esta
adaptabilidad es la habilidad del cuerpo para mantener la homeostasis.
La homeostasis es una bonita palabra que significa "equilibrio", e implica muchas variables entrelazadas que son extraordinarias para considerar. La temperatura es una de las más sencillas de todas. El cuerpo suda para mantenerse fresco y produce escalofríos para mantenerse caliente. Pero el cuerpo humano es un maestro en balancear muchos otros factores. Algunos son más sutiles, que tienen que ver con las hormonas y otros químicos del cuerpo. Todos los sistemas del cuerpo se autorregulan usando una coordinación intrínseca de tres roles principales: recepción de señales, control centralizado y acción.
La homeostasis es una bonita palabra que significa "equilibrio", e implica muchas variables entrelazadas que son extraordinarias para considerar. La temperatura es una de las más sencillas de todas. El cuerpo suda para mantenerse fresco y produce escalofríos para mantenerse caliente. Pero el cuerpo humano es un maestro en balancear muchos otros factores. Algunos son más sutiles, que tienen que ver con las hormonas y otros químicos del cuerpo. Todos los sistemas del cuerpo se autorregulan usando una coordinación intrínseca de tres roles principales: recepción de señales, control centralizado y acción.
Presión arterial
Por ejemplo, tu cuerpo tiene receptores en los vasos sanguíneos que controlan el pH y miden la resistencia del flujo de la sangre contra las paredes de los vasos. Cuando haces ejercicio, tu presión arterial aumenta. Cuando los receptores en la sangre sienten ese cambio, envían el mensaje al centro de control, en este caso, el cerebro, que envía una señal a los efectores para corregir la desviación y volver a un estado normal. Los efectores en este caso son los vasos sanguíneos y del corazón.
Respiración y sudoración
Cuando haces ejercicio, tus músculos demandan más oxígeno. El cuerpo responde a esto incrementando el flujo sanguíneo, creando una mayor presión sanguínea. Con el fin de obtener más oxígeno en tu cuerpo y en tu sangre para que fluya hacia los músculos, tienes que tomar más oxígeno a través de la respiración. Lo mismo sucede cuando sudas. Cuando haces ejercicio, aumenta la temperatura de tu cuerpo, y en un intento de que se enfríe, las glándulas sudoríparas, los efectores, se activan.
Sistemas
del cuerpo
Todos
los sistemas del cuerpo trabajan juntos para mantener el balance del cuerpo,
pero varios otros tienen papeles específicos. Dos de los sistemas más
importantes para mantener la homeostasis son el endocrino y el nervioso. Las
funciones básicas del cuerpo como la velocidad del corazón y la respiración
tienen que estar estimulados o desacelerados bajo el control neural. El sistema
nervioso ayuda a regular los sistemas respiratorio, urinario y digestivo, y se
relacionan con el endocrino. Por ejemplo, parte del cerebro dispara la glándula
pituitaria para soltar glándulas metabólicas para responder a las demandas
térmicas. Las hormonas también ayudan a ajustar el balance o los fluidos y
electrólitos del cuerpo, junto con otros roles clave en todos los sistemas del
cuerpo. Los roles que piden menos energía, pero no menos
importantes, que se encargan del mantenimiento de la homeostasis incluyen la
habilidad del sistema linfático para combatir las infecciones, el mantenimiento que hace el sistema respiratorio del
oxígeno y los niveles de Ph adecuados y la eliminación de toxinas de la sangre
del sistema urinario.
El cuerpo humano se defiende de muchos problemas para
mantener su balance. Una dieta a la que le hace falta los nutrientes correctos
en la cantidad correcta, inducirán al cuerpo a descompensarse o a enfermarse.
La exposición a drogas, alcohol y otras toxinas ponen a toda velocidad a las
funciones excretorias, estas sustancias se acumulan y dañan las células del
cuerpo.
El estrés y la depresión pueden retar al sistema respiratorio,
cardiovascular y endocrino, y por lo tanto, debilitan sus respectivas
habilidades para mantener la homeostasis. Un sueño insuficiente puede hacer que
todos los sistemas del cuerpo se esfuercen demasiado, dificultando el balance
del cuerpo. Así que, ya que el
cuerpo humano es una entidad
extraordinaria con habilidades exquisitas para contrarrestar los insultos, los
estilos de vida y las elecciones saludables pueden ayudar mucho.
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